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Desde siempre los ríos han sido sinónimo de vida, han dado origen a grandes civilizaciones y sus aguas han alimentado la vida de muchos pueblos. Es de valorar el gran aporte que los ríos tienen para el planeta, para nuestras vidas y territorios. Sin embargo, los ríos tienen varias amenazas: la tala de árboles que ocasiona la erosión de la tierra y la contaminación por el uso de agroquímicos, detergentes, basura y aguas negras, además de la construcción de presas, presas hidroeléctricas y otras obras de infraestructura a gran escala.
Por lo anterior, el 14 de marzo en todo el mundo se conmemora el Día Internacional de Acción Contra las Presas y a Favor de los Ríos, el Agua y la Vida. Este día fue adoptado por las y los participantes del primer Encuentro Internacional de Afectados por las Represas, en marzo de 1997 en Curitiba (Brasil). El objetivo de este día es elevar las voces contra proyectos de gestión de agua, recuperar el bienestar de las cuencas hidrográficas y exigir una gestión equitativa y sostenible de los ríos.
“Marzo es mes de agua, ríos y pueblos”, afirma Julio César Ramírez, y recuerda que “al mismo tiempo que se profundiza la conflictividad hídrica en el país, se gestiona la Ley General de Aguas en la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, se prepara el VI Congreso Nacional de la coordinadora Agua Para Todos y se redimensiona el Proyecto Agua Saludable para La Laguna en las cuencas centrales del norte de México, bajo los preceptos del Acuerdo de Escazú”.
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