Una celebración muy esperada en el edén de la costa oaxaqueña

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IMG 0478 SEra la mañana del 5 de junio -Día Mundial del Medio Ambiente- y la gente de los pequeños pueblos cercanos al camino del ejido Paso de la Reyna esperaba bajo el fuerte sol. Mientras las y los vecinos regalaban agua fresca de mango criollo, las niñas y niños vestidos de blanco sostenían carteles anunciando: «Bienvenido Señor Obispo». Desde toda esta región de la Costa Chica de Oaxaca, las y los fieles y defensores de la tierra estaban llegando para celebrar la primera visita de Monseñor Florencio Armando Colín Cruz, nuevo obispo de la diócesis de Puerto Escondido.

Y es que desde 2009, la diócesis ha sido un aliado esencial en la lucha por defender el río Verde ante un megaproyecto hidroeléctrico promovido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En ese año, las comunidades afromexicanos, chatinos, mixtecos y mestizos que se organizan a través del Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (COPUDEVER) recibieron amenazas por parte de delegados del gobierno, policías estatales y la propia CFE, para que aceptaran el proyecto.

Fue en este contexto de violaciones a los derechos humanos que el primer obispo de la diócesis de Puerto Escondido, Monseñor Eduardo Cirilo Carmona Ortega, se solidarizó con las y los defensores del agua, quienes afirman que le mega represa contaminaría el río e inundaría miles de hectáreas de tierras residenciales y productivas. En noviembre de 2009, al realizar una misa multitudinaria en el ejido Paso de la Reyna, el obispo Carmona declaró claramente su intención: “acompañar y orar por nuestros hermanos que se ven sumergidos en una turbulencia generada por este proyecto hidroeléctrico, que de llegar a realizarse será una verdadera catástrofe ecológica”.

 

CollageCopudever

En 2014, a pesar de la campaña de desprestigio que emprendió la CFE en contra de la Iglesia Diocesana de Puerto Escondido, el siguiente obispo, Pedro Vázquez Villalobos, celebró una misa en defensa del Río Verde, consolidando la tradición de caminar de la mano con COPUDEVER.

Ahora, en junio de 2019, Monseñor Colín fue recibido en la región con las alegres consignas de los habitantes y el canto de las chicharras pidiendo lluvia. Al llegar a Paso de la Reyna, una banda de música y cohetes se unieron al coro, asustando a los zanates de los frondosos árboles que rodean la cancha de básquet. Allí, unas 600 personas de comunidades de toda la diócesis se reunieron para esta misa especial, bajo una manta que decía: “Cuando muera el último árbol y el último pez, nos daremos cuenta que no podemos comer nuestro dinero”.

Con este espíritu de la urgencia de tomar conciencia y de acción, el nuevo obispo compartió su sermón, que se centró en nuestra misión fundamental como guardianes de la “casa común”. Nuestra tarea, dijo el obispo, es trabajar juntas y juntos “para que este lugar sigue siendo un Edén, con su flora y fauna y los aguas del río….para que se sigue conservando esta belleza de Belén, como yo le llamo”.

IMG 0508Mirando nuestro entorno de esta manera -expresó el Monseñor- podamos acercarnos al amor del creador al evocar el campo de todas las aves que existían en el momento de la creación, o imaginando el olor de la inimaginable diversidad de flores que existían en aquella época.

Hoy en día, cuando cada vez más aves y flores están desapareciendo -junto con alrededor de un millón de especies de animales y plantas que se enfrentan a la extinción en todo el mundo- comunidades como Paso de la Reyna pueden ser nuestro portal terrenal más cercano a esa santidad natural, resumida en la idea del Edén.

En Paso de la Reyna, donde el río da conga, camarón y mojarra para comer, donde el ritmo de la vida nos permite observar una iguana prieta que se esconde entre rocas gigantes, donde la gente trabajan lo mejor que pueden para reforestar su cuenca y preservar los maíces criollos como el conejo, negro, olotillo y tehuacanero.

En Paso de la Reyna, donde -como lo contó Jaime Jiménez Ruíz, agente de policía municipal y miembro de Copudever, al concluir la misa- las mujeres y hombres mantuvieron un bloqueo a la entrada de la comunidad las 24 horas, impidiendo el acceso de los trabajadores de la CFE al ejido de Paso de la Reyna. Si bien este objetivo se ha logrado y el campamento se ha retirado, apunta: “No vamos a descansar hasta que logremos el objetivo que tenemos, que es conseguir la cancelación definitiva de este proyecto de muerte”.

IMG 0544Para ese fin, el apoyo de la diócesis sigue siendo decisivo. Con el nombramiento de obispo Colín, los miembros de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) -que han apoyado las acciones de COPUDEVER durante más de una década- esperan continuar su trabajo con mayor energía y determinación. Julia Herrera Bustos, integrante de las CEBs y originaria de la ciudad de Pinotepa Nacional, expresó su esperanza de que se reactive el Comité Diocesana en Apoyo a COPUDEVER, compuesto no solo por laicos sino también sacerdotes y religiosas que se comprometen con la lucha por la cancelación de la mega represa.

La misa realizada en el Día Mundial del Medio Ambiente fue la primera muestra de la disposición del nuevo obispo a trabajar con los defensores y defensoras, así como la sociedad civil para lograr ese objetivo común. “Ahora yo también formo parte de este pueblo”, dijo. “Su presencia nos hace entender que estamos unidos en el cuidado de este hermoso río”.

Texto: Samantha Demby

Fotos: Cristina Salazar Martínez

Servicios para una Educación Alternativa. A.C- EDUCA

13 de junio de 2019, Oaxaca de Juárez, Oaxaca

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